domingo, 10 de junio de 2007

Yo no soy racista, eh; soy ordenado!


(albertinho)

La sociedad se muestra crítica con la llegada masiva de inmigrantes sin papeles. Los medios de comunicación nos venden que el medio por el que más llegan son las pateras. Menuda equivocación, pero claro esto es propio de nuestra cultura mediática. Entran por las fronteras con autobús, con avión, en barco, en conclusión, acceden por donde les da la gana. Los miserables que consiguen alcanzar la isla de Canarias en los cayucos son los que más sufren. Su sueño hecho realidad. Años y años ahorrando para pagar a las mafias un billete de quinta o sexta clase en la patera. España siempre ha tenido abiertas las puertas a todos los inmigrantes, pero señores perdónenme : Esto es un cachondeo! Derechos muchos y deberes cuántos. Ya es hora de que veamos la realidad. El grifo no para de gotear inmigrantes y esto a quién salpica. A la sociedad que está hasta el gorro de que se hayan triplicado el número de robos, de detenciones, de delincuencia, en general. ¿Por qué? Estos habitantes provenientes de otros continentes, por el simple hecho de ser personas necesitan comer y beber para sobrevivir, por eso mismo, al no poder trabajar porque no disponen de la documentación oficial optan por robar y sustraer todas las dependencias que pueden. Si lo paramos a pensar, hasta yo lo veo normal, porque en una situación así, pocas soluciones ves posibles.

Los gobiernos son los que tienen que enderezar esto, es decir, poner orden y dejar entrar sólo a aquellos que cuenten con todos los papeles. Sí, claro que va bien para la economía del país que vengan, pero si después aumenta el número de asesinatos y hurtos no conseguimos nada. Y mira que nosotros los españoles también hemos tenido que irnos fuera a ganarnos la judía, pero el españolito que no iba con todo en regla no podía salir del país, y esto por qué no es así ahora?

España se ha convertido en un país hermanito de la caridad. Y si ese dinero que ganan los que trabajan aquí se quedase en nuestro territorio, aún me parecería bien, pero lo bueno es que no se queda nada, porque todo lo envían para sus familias. Entonces, qué es lo bueno que tiene de ser un país avasallado por la inmigración? Menudo papelón tenemos para el día de mañana. Y que conste que soy partidario de que todas las personas han de tener por lo menos una oportunidad en su vida, pero siempre que estas personas hayan cumplido con los trámites exigidos. Menos sacar por la tele las pateras y más iniciativa social, que los españoles se están cansando ya de esto. Aquí nadie hace nada, tan sólo criticar.

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